Comprender qué son los activos de una empresa es importante para la administración financiera de ella. Estos son todos los recursos que posee y controla, los cuales se emplean para generar ingresos y garantizar su funcionamiento.
Estos pueden ser tangibles o intangibles y se clasifican en diversas categorías según su naturaleza y función dentro de la organización.
Clasificación de los activos de una empresa
- Activos fijos: también conocidos como activos no corrientes, son aquellos bienes de larga duración que la empresa utiliza en sus operaciones diarias. Ejemplos de activos fijos en una empresa incluyen edificios, maquinaria, vehículos y mobiliario.
- Activos corrientes o pasivos: son recursos que se espera convertir en efectivo o consumir en un período corto, generalmente dentro de un año. Entre ellos se encuentran el efectivo, las cuentas por cobrar y los inventarios.
- Activos intangibles: son aquellos recursos que no tienen una presencia física pero aportan valor a la empresa. Ejemplos de activos intangibles de la empresa incluyen patentes, marcas registradas, derechos de autor y fondo de comercio.
- Activos financieros: representan inversiones en instrumentos financieros, como acciones, bonos o participaciones en otras empresas.
También se habla de los activos variables pero no son una categoría formal. Estos se refieren a los activos cuyo valor o disponibilidad fluctúa con el tiempo por factores externos.
Riesgos que enfrentan los activos de una empresa
Algunos de los riesgos más comunes son:
- Riesgos físicos: daños o pérdidas debido a incendios, inundaciones, robos, vandalismo u otros eventos que afectan los activos tangibles.
- Riesgos operativos: fallos en los procesos internos, errores humanos o fallas en los sistemas que pueden interrumpir las operaciones y afectar los activos.
- Riesgos financieros: fluctuaciones en los mercados financieros, cambios en las tasas de interés o de cambio que pueden impactar el valor de los activos financieros.
- Riesgos legales: demandas, incumplimientos contractuales o cambios regulatorios que pueden afectar los activos intangibles o generar pérdidas financieras.
Activos de una empresa de transporte
Estas poseen activos específicos que les permiten operar eficientemente. Entre ellos se encuentran:
- Vehículos de transporte: camiones, autobuses, aviones o barcos utilizados para el traslado de mercancías o pasajeros.
- Instalaciones de mantenimiento: talleres y equipos destinados al servicio y reparación de los vehículos.
- Infraestructura logística: almacenes y centros de distribución que facilitan la gestión de cargas y rutas.
Activos de una empresa comercial
Estas se dedican principalmente a la compra y venta de bienes. Sus activos típicos incluyen:
- Inventario de mercancías: productos destinados a la venta.
- Locales comerciales: espacios físicos donde se exhiben y venden los productos.
- Mobiliario y equipo: estanterías, cajas registradoras y sistemas de punto de venta.
- Vehículos de reparto: utilizados para la distribución de productos a clientes o sucursales.
Activos de una empresa constructora
Estos requieren activos especializados para llevar a cabo sus proyectos. Entre los más comunes se encuentran:
- Maquinaria pesada: excavadoras, grúas, mezcladoras de cemento y aplanadoras.
- Herramientas y equipos: Instrumentos de medición, herramientas manuales y eléctricas.
- Vehículos de transporte: camiones y furgonetas para el traslado de materiales y personal.
- Oficinas móviles: instalaciones temporales en los sitios de construcción para la gestión administrativa.
Activos de una empresa de servicios
Estas ofrecen intangibles, por lo que sus activos pueden diferir de las empresas manufactureras o comerciales. Algunos incluyen:
- Equipamiento especializado: dependiendo del servicio, puede incluir equipos médicos, herramientas de consultoría o software especializado.
- Oficinas y espacios de trabajo: áreas donde se planifican y coordinan los servicios ofrecidos.
- Vehículos: en empresas como las de transporte de pasajeros, los vehículos son activos clave.
- Propiedad intelectual: patentes, licencias y software desarrollado internamente.
Importancia de la protección de activos
La protección de activos es esencial para asegurar la sostenibilidad y el crecimiento de una empresa.
Implementar soluciones como el seguro multirriesgo proporciona una cobertura integral que salvaguarda los recursos más valiosos de la organización, permitiendo enfrentar con confianza los desafíos y riesgos del entorno empresarial.